El comercio electrónico ha experimentado un crecimiento explosivo en los últimos años y en 2024, sigue evolucionando rápidamente. Esta evolución está teniendo un impacto significativo en el desarrollo web, ya que las empresas buscan ofrecer experiencias de compra en línea más fluidas y personalizadas.
Las tendencias actuales incluyen el uso de inteligencia artificial para recomendaciones de productos, la integración de chatbots para asistencia al cliente y el uso de realidad aumentada para permitir a los clientes visualizar productos en su entorno antes de comprarlos. Además, la optimización para dispositivos móviles es más importante que nunca, ya que una gran cantidad de compras se realizan a través de smartphones y tablets. La seguridad sigue siendo una prioridad, con la implementación de medidas como la autenticación multifactor y el cifrado avanzado para proteger la información del cliente.